Educar para Pensar: Innovación, Tecnología y bienestar en el Colegio Americano de Barranquilla

En un mundo donde la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad para detenernos a pensar, la educación se convierte en el espacio esencial para reconectarnos con lo humano. En el Colegio Americano de Barranquilla, creemos que enseñar va más allá de transmitir conocimiento: significa formar mentes críticas, corazones conscientes y ciudadanos capaces de transformar su entorno.

En la década de los 80, se inició un proceso importante para la humanidad, se introdujo al mundo la telefonía celular a nivel comercial. Esto cambió radicalmente la manera en cómo se da la comunicación y como los jóvenes y adultos, perciben el mundo. Acortó distancias y tiempos. Permitió a madres sentir cerca a sus hijos y maravilló a la sociedad con aquello que no creía posible. Sin embargo, este avance que ha traído tantas facilidades y cosas buenas pronto comenzó a generar también una dependencia tecnológica que hasta el día de hoy y en conjunto con avances significativos de la también lanzada en 1983 Internet (International Net), ha llegado a establecer nuevos modelos de investigación, desarrollo y elaboración en las actividades diarias de todos los seres humanos.

Estos cambios que en su mayoría tienen su base en el manejo y el acceso a la información a través de las diferentes redes sociales, plataformas de video, streaming y comunidades virtuales, han tenido un impacto considerable en los adolescentes, y en la manera en cómo ven el mundo. Así mismo, los padres y madres en la necesidad de la inmediatez digital y la velocidad de pensamiento acuden a dispositivos como solución a situaciones de la vida cotidiana sobre las que no se tenía antecedentes y por tanto no se tiene un manejo establecido.

De allí la importancia de que la familia y la escuela sean agentes de influencia en la introspección y la criticidad de sus hijos y estudiantes. Más aún, que los cuidadores de los jóvenes sepan elegir espacios de aprendizaje que desarrollen pensamiento crítico y autoconocimiento. Reconociendo la importancia del desarrollo socioemocional, el Colegio Americano de Barranquilla cuenta con un equipo especializado llamado “Ser Bien Estar”, que acompaña de manera cercana y constante a cada estudiante. Este se enfoca en cultivar la inteligencia emocional, promover la resiliencia y fortalecer las relaciones sanas, entendiendo los cambios propios de la adolescencia.

Este proceso se articula mediante grupos focales con estudiantes, espacios de formación con familias y estrategias como “Expertos al aula”, abordando temas como protección de la identidad digital, ciberseguridad y resolución de conflictos entre pares. Estas acciones buscan fortalecer la comunicación familia–escuela y brindar herramientas para el desarrollo integral de los estudiantes. Desde lo académico, los docentes fomentan la observación, la experimentación y la formulación de hipótesis a través de experiencias significativas de aprendizaje, como la creación de productos orgánicos, proyectos de inclusión y el aprendizaje del braille.

El Colegio Americano de Barranquilla impulsa además la cultura Maker, fomentando la creatividad, el trabajo colaborativo y la innovación tecnológica a través de disciplinas como robótica, electrónica y diseño 3D. Así, la institución fortalece el pensamiento crítico y la resolución de problemas reales, desarrollando en sus estudiantes empatía, razonamiento lógico y sentido de pertenencia. En un mundo cada vez más digital, el colegio invita a reflexionar: ¿Qué clase de escuela quieres para tus hijos?

Escrito por: Psicól. Harry Donado – Asesor Escolar.

Feria Americanista 2025: Un día lleno de talento, innovación y creatividad

El Colegio Americano de Barranquilla se convirtió en un escenario de aprendizaje vivo durante la esperada Feria Americanista, una jornada que reunió a estudiantes, docentes y familias en torno al conocimiento, la creatividad y la innovación. Desde las primeras horas del día, los pasillos se llenaron de color, entusiasmo y curiosidad, mientras los estudiantes presentaban con orgullo los resultados de un año de investigación y trabajo interdisciplinario. En las diferentes áreas —ciencias, matemáticas, biología, química, ciencias sociales y deporte— se expusieron proyectos, experimentos y estrategias pedagógicas que reflejaron el compromiso de la institución con una educación integral y significativa.

Entre los múltiples espacios, destacaron los prototipos de robótica, los proyectos científicos y una exhibición de productos elaborados por los estudiantes, como vinos, jabones, cremas, champús y velas artesanales. Además, el dominio del inglés y el francés se hizo notar con presentaciones gastronómicas y un encantador café parisino, donde los asistentes pudieron disfrutar de preparaciones típicas y demostraciones culturales que evidenciaron la habilidad comunicativa y la sensibilidad artística de los alumnos.

La feria también ofreció juegos lúdicos, demostración de la disciplina Tekwondo, emprendimientos estudiantiles y las siempre refrescantes bebidas aromáticas de la Huerta Escolar, símbolo del compromiso del colegio con la sostenibilidad y el aprendizaje experiencial.